Virtualización de aplicaciones

La virtualización de aplicaciones permite aislar la ejecución de aplicaciones de los sistemas operativos que los ejecutan, posibilitando que sean accedidas como si de servicios de red se tratara.

Una solución de negocio basada en la virtualización de aplicaciones permite agilizar y simplificar los procesos de despliegue y migración de aplicaciones, a la vez que facilita la adopción de soluciones que mejoren la continuidad de servicio en entornos corporativos.

La apuesta de Microsoft por la virtualización de aplicaciones se llama Microsoft Application Virtualization, o App-V, y se centra en tres ejes fundamentales:

i) Virtualización de aplicaciones (Application Virtualization): es la tecnología patentada de Microsoft que permite la ejecución de aplicaciones en equipos de cliente sin necesidad de que sean previamente instaladas en dichos equipos.

Virtualización de aplicaciones es el elemento clave y fundamental de Microsoft App-V.

Con virtualización de aplicaciones se consigue que el impacto sobre el sistema operativo cliente de la ejecución de una aplicación sea mínimo, eliminando prácticamente los conflictos entre componentes de aplicaciones, y entre aplicaciones y componentes del sistema operativo.

En el modo habitual de funcionamiento, es decir sin usar App-V, las aplicaciones instalan sus propias configuraciones en el sistema operativo del equipo cliente, obligando a este a adaptarse, al menos en parte, a la necesidades de la aplicación; los problemas surgen cuando estas configuraciones entran en conflicto con otras ya existentes de otras aplicaciones.


Figura 1.- Integración entre aplicaciones y sistema operativo cliente en un entorno de ejecución sin App-V

En cambio en un entorno de ejecución basado en virtualización de aplicaciones, cada aplicación se ejecuta en un entorno propio, que incluye sus propias y exclusivas configuraciones y recursos, que además sólo son accesibles para ella.


Figura 2.- Integración entre aplicaciones y sistema operativo cliente en un entorno de ejecución de App-V

ii) Entrega mediante transmisión dinámica: esta tecnología permite el despliegue de las aplicaciones virtualizadas a los equipos clientes de una manera rápida y con una gestión inteligente de los recursos.

En la mayoría de los casos sólo es necesario que los clientes reciban una pequeña parte de la aplicación para poder empezar a ejecutarla. El resto de componentes son enviados bajo petición, y de forma totalmente transparente, la primera vez que la aplicación los necesita.

iii) Gestión centralizada basada en políticas: App-V permite la gestión centralizada de todo el ciclo de vida de las aplicaciones en los entornos de red corporativa.

Mediante el uso de políticas centralizadas es posible controlar el despliegue, las actualizaciones, la distribución de parches y la retirada de las aplicaciones.

Microsoft App-V dispone también de la característica Dynamic Suite Composition, o DSC, que permite la secuenciación y gestión, como aplicación virtualizada independiente, de componentes comunes a varias aplicaciones virtualizadas. De esta manera distintas aplicaciones virtualizadas que se están ejecutando en el mismo cliente pueden acceder al componente común, también virtualizado, sin requerir que cada aplicación virtualizada lo contenga por separado.

Esto reduce fuertemente la cantidad de tiempo invertida en parcheado y actualización de versión de los paquetes de aplicaciones virtualizadas, además de reducir el tamaño de los propios paquetes.

DSC además permite dotar a las aplicaciones virtualizadas de un mecanismo de comunicación de información entre ellas en tiempo de ejecución.