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Descripción del rendimiento de Exchange

 

Última modificación del tema: 2005-10-25

El ajuste de un sistema para lograr un rendimiento óptimo es un proceso iterativo. Debe analizar, probar y ajustar su sistema tantas veces como sea necesario y este proceso iterativo incluye Microsoft® Exchange Server 2003. Debe dedicar un tiempo a entender todas las variables que afectan al sistema, incluyendo el perfil de usuario, la arquitectura y el hardware.

En general, el rendimiento de un servidor está determinado por el componente cuyo rendimiento es menor; es decir, el cuello de botella del sistema. La clave para mejorar el rendimiento es ser capaz de identificar los cuellos de botella, determinar su causa y realizar la acción correctiva apropiada. Cuando diseñe su implementación de Exchange Server 2003, utilice esta guía como ayuda para diseñar y optimizar su entorno. Los temas finales ofrecen métricas y sugerencias de ajuste para ayudarle a lograr un rendimiento óptimo del servidor de Exchange.

El concepto de rendimiento está estrechamente relacionado con el concepto de escalabilidad. Cuando entienda perfectamente los factores que afectan al rendimiento de los componentes del sistema, puede implementar los componentes de tal forma que se cubran los períodos con una demanda elevada. En los temas finales de esta guía se trata el escalado de servidores de aplicaciones para usuario y de servicios de fondo y se ofrecen métricas detalladas sobre el escalado de Exchange Server 2003 en distintas condiciones.

Nota

Para los usuarios de Exchange 2000 Server, muchos de estos conceptos son iguales. En los temas posteriores se explican las diferencias existentes entre las dos versiones. Los usuarios de Exchange Server 5.5 deben consultar esta guía junto con las otras guías recomendadas en la Introducción.

Medida del rendimiento

Exchange Server 2003 incluye varias herramientas para medir el rendimiento, como Exchange Server Stress and Performance (ESP) 2003, Jetstress y Load Simulator 2003 (LoadSim). Microsoft Windows Server™ 2003 incluye también algunas herramientas generales de rendimiento, como Monitor de red y Monitor de sistema. Para ver más información acerca de las herramientas, consulte el apéndice A, "Herramientas de rendimiento de Exchange Server 2003".

Además de utilizar estas herramientas, analice las cargas de usuarios actuales para establecer una línea de base para los requisitos mínimos del servidor. Uno de sus mayores desafíos consiste en comprender cómo utilizan sus usuarios el sistema. En los últimos temas de esta guía se ofrece un método para medir determinadas cargas de CPU, memoria y almacenamiento en relación con las cargas de usuarios actuales. Una vez que haya determinado los requisitos de hardware, debe realizar una prueba piloto para asegurarse de que los niveles de rendimiento son aceptables. Para obtener más información acerca de las pruebas piloto, consulte "Pruebas en laboratorio e implementaciones piloto" del tema "Medidas de tolerancia a errores del sistema" de la Guía de alta disponibilidad de Exchange Server 2003.

Rendimiento de hardware

El hardware que elija para su implementación de Exchange afectará considerablemente al rendimiento. Debido al gran número de variables que afectan al rendimiento, es difícil predecir los efectos que tiene sobre el rendimiento cualquier componente de hardware concreto. Las próximas secciones contienen información general acerca de los componentes que afectan al rendimiento de Exchange Server 2003, incluyendo los procesadores, la memoria, la red y el almacenamiento.

Rendimiento del procesador

El uso del procesador de un servidor debe mantener una carga del 60 por ciento aproximadamente durante las horas de máxima actividad. Este porcentaje admite períodos de carga muy elevada. Si el uso del procesador está por encima del 75 por ciento de manera continuada, el rendimiento del procesador se considera un cuello de botella.

Hay varios factores por los cuales la CPU de un servidor afecta al rendimiento. Entre ellos se incluyen:

  • La velocidad de reloj del procesador, medida en megahercios (MHz) o gigahercios (GHz).
  • El número de procesadores.
  • El tipo de procesador.

De cara al rendimiento, la selección del procesador más rápido consigue los mejores resultados. Sin embargo, las restricciones presupuestarias suelen dictar la mayoría de las opciones de compra de las empresas.

Además de la velocidad de reloj, la tecnología utilizada en un procesador puede afectar al rendimiento. Por ejemplo, algunos procesadores utilizan la Tecnología de hiper-subprocesamiento, que permite que un único procesador actúe como dos procesadores virtuales. Este tipo de procesadores suelen incorporar características avanzadas de administración de memoria caché y mayor velocidad de bus.

Exchange puede aprovechar el uso de varios procesadores y, en muchos casos, el uso de servidores con más procesadores mejora el rendimiento. Sin embargo, la relación existente entre el número de procesadores y el rendimiento es compleja. Si el servidor tiene demasiados procesadores, la sobrecarga asociada al cambio de contexto puede ser mayor que el beneficio que se obtiene por el uso de los procesadores adicionales. El número óptimo de procesadores está determinado en parte por el papel que desempeña un servidor. Por ejemplo, un servidor de buzones de servicios de fondo que aloje numerosas conexiones MAPI puede hacer un uso eficiente de un equipo con ocho procesadores. Por el contrario, un servidor utilizado para alojar a usuarios de Microsoft Outlook® Web Access aprovecha mejor un equipo con cuatro procesadores.

Para obtener información acerca del funcionamiento de los distintos procesadores, consulte Escalado de Exchange Server 2003.

Rendimiento de memoria

Los servicios de Exchange no suelen consumir más de 3 gigabytes (GB) de memoria física. Después de agregar los requisitos del sistema operativo y el software antivirus, de copia de seguridad y de administración, la memoria física total utilizada puede aproximarse a 4 GB. En los servidores dedicados a Exchange, no se necesita más de 4 GB de memoria.

El mayor consumo individual de memoria en Exchange Server 2003 lo realiza el proceso Store.exe, que administra los buzones y el almacenamiento de información pública.

Además del proceso Store.exe, hay otros procesos que consumen memoria (y que pueden afectar al rendimiento) como:

  • Inetinfo.exe   Proceso que se encarga de los protocolos de Internet
  • Emsmta.exe   Servicio Pila MTA de Microsoft Exchange
  • Mad.exe   Operador de sistema de Microsoft Exchange

Para obtener más información acerca de la optimización de la memoria, consulte Ajustes del rendimiento de Exchange Server 2003.

Rendimiento de red

Gran parte del subsistema de interfaz de red se ajusta automáticamente. Los adaptadores de red de un servidor son capaces de detectar el tipo y el nivel del tráfico que pasa por la interfaz de red, y se ajustan automáticamente para reflejar esta información. Aparte de asegurarse de que tiene el controlador de dispositivo más actualizado en el servidor, no hay mucho más que hacer al respecto.

En el caso de los servidores de buzones, una conexión de red dúplex completa a 100 megabits por segundo (Mbps) suele ser suficiente. Sin embargo, si piensa hacer copias de seguridad y restauraciones a través de la red, conviene utilizar Ethernet de un gigabyte (1000 Mbps o 1 gigabit por segundo [Gbps]).

En general, el mayor cuello de botella que se produce en una configuración de servidores de aplicaciones para usuario y servicios de fondo es la red que separa los dos conjuntos de servidores. Los servidores de aplicaciones para usuario pueden consumir una conexión LAN de 100 Mbps. Por tanto, considere la posibilidad de utilizar varias redes Ethernet rápidas conmutadas de conexiones Ethernet de gigabits.

Los problemas relacionados con el rendimiento pueden deberse a que sus controladores de hardware, firmware o software no están diseñados para su configuración. Para obtener más información, consulte el sitio Web sobre Productos diseñados para Microsoft Windows.

Rendimiento del almacenamiento

A medida que los requisitos de almacenamiento aumentan y las empresas consolidan servidores, debe lograr un equilibrio entre el costo, la disponibilidad y el rendimiento a la hora de diseñar un sistema de almacenamiento. Dedique un tiempo a realizar un buen diseño del almacenamiento antes de implementarlo; a diferencia de los procesadores y la memoria, que puede escalar mientras la red está activa, la implementación de un rediseño del almacenamiento requiere un tiempo de inactividad de la red. El ajuste del almacenamiento de Exchange se convierte en el componente más crítico.

Existen muchas soluciones de almacenamiento disponibles, incluyendo almacenamiento de conexión local y redes de área de almacenamiento (SAN). Los requisitos de almacenamiento de un servidor de Exchange dependen de la función que desempeñe el servidor. Por ejemplo, un servidor de servicios de fondo se beneficiaría de una red SAN debido a la gran cantidad de datos críticos que el servidor debe almacenar y presentar. Una red SAN es hardware de almacenamiento especializado que incorpora la tecnología Matriz redundante de discos independientes (RAID) para garantizar una disponibilidad y un rendimiento elevados. Por el contrario, un servidor de aplicaciones para usuario hace un uso más intensivo del procesador y no necesita una solución de almacenamiento avanzada.

Con los avances logrados en la capacidad de datos, agregar una unidad de disco duro de mayor capacidad no resuelve los problemas de rendimiento relacionados con las mayores cargas de usuarios. Debe tener en cuenta la capacidad de que cada unidad de disco duro responda adecuadamente a las diversas cargas de usuarios. Es posible medir esta capacidad mediante el análisis de las cargas de usuarios actuales. En el capítulo 2 se describe un método que puede utilizar para analizar el uso actual de la base de datos. Con estos datos puede estimar sus requisitos de almacenamiento.

Para obtener más información acerca de la estrategia de almacenamiento, consulte la Guía de alta disponibilidad de Exchange Server 2003.

Consideraciones generales sobre la arquitectura

Tanto si implementa un entorno a pequeña escala (un único servidor) como a gran escala (varios servidores de aplicaciones para usuario y servicios de fondo), debe tener en cuenta los factores que afectan al rendimiento general.

Un servidor de aplicaciones para usuario es un servidor que recibe solicitudes de los clientes y las retransmite al servidor de servicios de fondo apropiado. Un servidor de servicios de fondo es un servidor que aloja al menos una base de datos y al que se conectan los servidores de aplicaciones para usuario cuando retransmiten solicitudes de los clientes.

Independientemente de la arquitectura, hay muchos factores que afectan al rendimiento de un servidor de Exchange. Entre estos factores se incluyen los protocolos utilizados, el número de procesadores instalados, la memoria disponible, el tráfico de red previsto, el uso de autenticación segura y el uso de Secure Sockets Layer (SSL) para cifrar el tráfico de red. Debe tener en cuenta estos factores antes de seleccionar el hardware para una configuración específica de Exchange Server 2003.

Para obtener más información acerca del rendimiento de los servidores de aplicaciones para usuario y servicios de fondo, consulte Escalado de Exchange Server 2003.

Solución de problemas de rendimiento

Con las herramientas para la solución de problemas enumeradas en el apéndice A puede empezar a diagnosticar dónde ha disminuido el rendimiento de Exchange Server 2003. Un pobre rendimiento del servidor suele ser consecuencia de un subsistema que funciona por debajo de sus posibilidades. En el caso de un servidor de Exchange, los síntomas de la degradación del rendimiento son el aumento de las colas de correo o una mala respuesta de los clientes.

Para obtener más información acerca de cómo solucionar problemas de rendimiento, consulte Troubleshooting Exchange Server 2003 Performance.

Resumen

La comprensión de los distintos factores que afectan al rendimiento de Exchange es el primer paso para lograr un rendimiento óptimo. Debe seguir probando, analizando y ajustando el sistema. Además, el hecho de entender las cargas de usuarios actuales le ayudará a determinar cuáles son sus requisitos de escalado. Con esta información puede predecir mejor cuáles serán sus requisitos de hardware. Los próximos temas ofrecen ejemplos concretos y técnicas para averiguar las necesidades de hardware y ajustar determinados componentes.