Notas de campoEntrevistas a través de mensajería instantánea

Nathan G. Jensen

Recientemente, mi compañía publicó un anuncio en Internet para cubrir el puesto de un ingeniero de software con experiencia (un puesto para trabajar de manera remota) e inmediatamente nos inundó una ola de solicitudes de todo el mundo. Como desarrollador jefe, mi tarea era conducir las entrevistas técnicas de toda esa oleada de candidatos. Me quedé mirando esa larga lista con fastidio y me dispuse a examinar todos aquellos currículos inflados. Sabía por experiencia que la mayor parte de los solicitantes no estarían cualificados para el puesto, razón por la cual las entrevistas técnicas son tan esenciales.

A medida que consideraba la idea de llevar esa larga lista de entrevistas telefónicamente, vi que eso iba a llevarme un mes por lo menos. Y entonces se me ocurrió. Tuve una iluminación, una visión, una idea caída del propio cielo del genial departamento de TI: hacer las entrevistas a través de mensajería instantánea. ¡Era una idea fantástica! Y funcionó.

Empecé por enviar un mensaje de correo electrónico en masa a todos los candidatos mediante copia de destinatario oculto, explicando que se les requeriría una entrevista técnica y que el medio para llevarla a cabo sería Windows Live™ Messenger, y no el teléfono. El correo electrónico filtró cerca de la mitad de los solicitantes, presumiblemente porque sabían que no podrían echarse un farol a través de la entrevista técnica. En cuanto a lo demás, creía que un chat a través de mensajería instantánea sería fácil de manejar porque sólo buscaba respuestas directas a preguntas técnicas directas, pam, pam, pam. En esta etapa del proceso de entrevistas, las aptitudes técnicas en software y la oratoria no era de gran importancia.

Figura Tenía abiertas varias ventanas de mensajería instantánea, y como en una bolera lanzaba a diestro y siniestro todo tipo de preguntas técnicas

Figura ** Tenía abiertas varias ventanas de mensajería instantánea, y como en una bolera lanzaba a diestro y siniestro todo tipo de preguntas técnicas **(Hacer clic en la imagen para ampliarla)

Lo primero que noté fue que esta forma de alta tecnología de realizar entrevistas ahorraría tiempo y dinero. Sin facturas de teléfono. Y cuando los solicitantes empezaron a responder para solicitar la entrevista, me di cuenta de que así podría atender a varios de ellos de forma simultánea y eficaz. De hecho, fue una risa. Tenía abiertas diversas ventanas de mensajería instantánea, y como en una bolera lanzaba a diestro y siniestro todo tipo de preguntas técnicas. Y dado que había escrito las preguntas previamente, básicamente me limité a copiarlas y pegarlas.

Con cuidado, realicé un filtro web de mis preguntas con el fin de minimizar todas las respuestas que podrían obtenerse directamente de Internet. Si alguien enviaba una respuesta que parecía obtenida de algún artículo bien elaborado o de documentación oficial, se haría evidente. Además, Windows Live Messenger puede hacer el seguimiento de la marca de hora de cada respuesta de forma que podía revisarlo más tarde y determinar qué candidatos habían tardado demasiado en contestar.

Tuve otro momento de iluminación cuando, en medio de estos chats de mensajería instantánea en columna, me di cuenta de que podía continuar haciendo las entrevistas y hablar por teléfono al mismo tiempo. Esto ya era lo máximo en eficiencia de llevar varios subprocesos a la vez.

Y sólo cuando creía que el invento no podía ser mejor, surgió algo más. Lo que más me irrita de las entrevistas por teléfono es cuando hago una pregunta corta a la espera de una respuesta corta, pero en lugar de ello recibo una disertación de cinco minutos. Con la mensajería instantánea esto desaparece porque las personas tienden a ser breves con sus respuestas.

Al final de cada entrevista guardé los registros de chats para tener un registro que pueda revisar y analizar más tarde. Además, podría enviar aquellos registros a mi jefe y así obtener una comparación objetiva. Al final, el proceso completo me llevó unas pocas horas en vez de una semana, que es lo que me habría llevado establecer citas y entrevistar a los 25 candidatos por teléfono.

No podía estar más satisfecho de mi descubrimiento. Contratamos a la persona que más rápido devolvió las respuestas correctas y que luego tuvo una buena entrevista con mi jefe por teléfono. Fue rápido, eficiente, productivo y nos proporcionó rápidamente al candidato ideal para el trabajo apenas unos pocos días después de haberse convocado la vacante.

Nathan G. Jensen es director de desarrollo web y autor independiente. Vive en Salt Lake City. Puede ponerse en contacto con él en la dirección builderdash.com.

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