TI verde: Empresas verdes: ¿a la tuya le importa convertirse en una?

Analice con detenimiento las prioridades y directivas de su organización. Tal vez se dé cuenta de que su intento por transformarse en una organización verde se limita a ahorrar un poco de dinero.

Don Jones

El término TI verde apareció siete u ocho años atrás. Muchos estadounidenses se han familiarizado con ese término a través de los recientes anuncios publicitarios de corte Disney de IBM. El problema es que el concepto de TI verde no ha tenido la rápida recepción que sus partidarios y los analistas esperaban en un principio. Hay intención, pero faltan esfuerzos concretos.

Muchas compañías afirman preocuparse por el medio ambiente, pero pocas remodelan sus centros de datos o toman acciones significativas para tener tecnología más ecológica. Experiencias recientes en consultoría me han llevado a formular una hipótesis acerca de la TI verde: o los ejecutivos de su compañía toman un compromiso personal para alcanzar una TI verde o simplemente a la compañía no le importa.

Un “compromiso personal” puede ser la preocupación personal de un director general acerca del medio ambiente o puede ser una decisión de la junta directiva de buscar técnicas comerciales más ecológicas por razones publicitarias.

La razón de fondo en realidad no importa: cuando existe un mandato corporativo, se puede llegar a lograr una TI verde. Sin ese mandato de alto nivel, no se llegará a esta. Fuera de preocupaciones medioambientales personales o razones publicitarias, ¿cómo podemos generar ese mandato en más compañías?

¿Qué es la TI verde?

Generalmente, TI verde significa simplemente crear una infraestructura de TI que consuma menos recursos; especialmente energía. Esto no sólo se refiere a la energía que consumen los equipos, sino que también a la energía necesaria para mantenerlos refrigerados y administrarlos en la red corporativa. Los escritorios y servidores, tanto en la oficina como en los centros de datos, exigen una cantidad enorme de energía.

Existe otro prejuicio acerca de las iniciativas de TI verdes relacionadas con la virtualización como una tecnología más ecológica. Seamos totalmente claros: la virtualización no es siempre TI verde.

Si bien es cierto que la virtualización permite usar menos servidores, los servidores que se usan generalmente son más grandes, poseen más potencia, consumen más energía y producen más calor. También es más probable que estén hasta el máximo en carga de trabajo, lo que implica que están al nivel máximo de consumo de energía y producción de calor. De hecho, hay algunas instancias donde la virtualización realmente aumentó los costos de energía, donde un servidor de alta potencia y totalmente nuevo reemplazó varias máquinas más antiguas y de menor consumo energético.

También es necesario mirar con cierta suspicacia a la infraestructura de escritorio virtual (VDI) en lo relacionado a la TI verde. Por ejemplo, cambiar 50 escritorios con equipos de 250 vatios a un solo equipo de 2.000 vatios puede parecer a primera vista un ahorro de 10.000 vatios de energía, por supuesto, a no ser que se conserven esos equipos para usarlos como extremos de una VDI. Si es así, en realidad se están agregando 10.000 watts de consumo energético y actuando en contra de la TI verde.

Si puede reducir su consumo energético, entonces será más ecológico. Durante este proceso, casi siempre reducirá la producción de calor, puesto que el consumo de energía es una causa directa de calor. Además que, por cierto, reducirá costos de consumo eléctrico. Esa es la manera de crear un mandato ejecutivo: ser ecológico puede ser un efecto secundario, positivo para las relaciones públicas, de ahorro monetario concreto.

Verde = más económico

Ahorrar dinero es algo que la mayoría de las empresas entiende. Ese es, de hecho, el tema central de los comerciales de TI verde de IBM: se puede hacer algo por el medio ambiente y potencialmente ahorrar una fortuna. El problema es que la mayor parte de las compañías no lleva un control claro de cuánto se gasta en energía y refrigeración de todos sus equipos.

La cuenta de electricidad generalmente es una cifra grande que contiene los gastos de luz, cafeteras, etcétera. Es difícil determinar exactamente dónde ahorrar. Además, la mayoría de los departamentos de TI ni siquiera saben cuánta energía consume un servidor. No basta con simplemente mirar la placa de datos al reverso, puesto que el vataje que se indica allí es el consumo máximo de la alimentación de energía.

Muchos de nosotros no mantenemos nuestros servidores al nivel máximo de carga en todo momento, de manera que generalmente consumen menos que el vataje indicado. De ser este el caso, ¿qué servidores son los mejores para un ahorro potencial? Finalmente, muchas compañías no desean atravesar reestructuraciones importantes sólo para alcanzar una reducción poco clara de costos de energía. Cualquier tipo de reestructuración es riesgosa, implica mucho trabajo y produce interrupciones. ¿Valdrá la pena el ahorro?

Hacerse verde a través de un mejor uso

El verdadero truco para poder alcanzar la TI verde es aceptar que los activos actuales de TI son fijos. No se eliminarán muchos servidores físicos. En lugar de esto, lo que se puede hacer es aclarar el uso real de los servidores y tener una impresión acerca de qué servidores son más eficientes. Identifique cuáles son los servidores que producen una mayor carga de trabajo por una menor cantidad de energía. Al identificar las máquinas más eficientes y aquellas con capacidad adicional, podrá empezar a consolidar tareas, en la mayoría de los casos por medio de la virtualización, de forma progresiva y eventualmente reducir un poco los costos de energía.

Lo que es más importante, se puede evitar agregar más activos de TI. Al mejorar el uso de servidores de alta eficiencia existentes, puede apoyar a nuevas iniciativas de TI sin agregar más carga de energía. Esto no es tan emocionante como ver una reducción drástica en el consumo de energía al eliminar varios servidores, pero es una manera lenta pero segura y baja en riesgos de disminuir el aumento de consumo energético y de asumir un enfoque hacia la TI más ecológico para el futuro.

A medida que se empieza a adquirir servidores nuevos, enfóquese en la relación energía contra carga de trabajo. Seleccione máquinas que proporcionen la mayor potencia informática por el menor nivel de consumo energético. Busque asegurarse de que cada vatio se aproveche al máximo, al cambiar servidores más antiguos y de menor eficiencia por máquinas virtuales que se ejecuten en servidores más nuevos y eficientes.

Si se carece de un mandato ejecutivo impulsado por otras razones, este es el enfoque que la mayoría de las compañías puede implementar de manera práctica. Esto ahorrará dinero e, incidentalmente, ayudará un poco al medio ambiente.

 

Don Jones

Don Jones es un tecnólogo principal para la tecnología concentrado (ConcentratedTech.com) y se centra en consultoría de tecnología de negocios. Póngase en contacto con él a través de su sitio web.

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